Capítulo 1.4

Simon está celoso de Hugo, de eso estoy segurísima.
Esto fue a lo que Danielle no dejó de dar vueltas durante todo el día.
Hugo no ha intentado ligar conmigo, simplemente se le ha derramado el café, y ha dado la casualidad que yo estaba justo detrás. Aunque yo no sea muy religiosa, muchas monjas lo dicen: las casualidades no existen, todo tiene un porqué, y quien lo planea es el que está ahí arriba... De lo último no me creo mucho, pero quizá es verdad que las coincidencias deben tener alguna razón para que ocurran. O eso, o que el destino quería que Hugo y yo nos conociésemos.

Danielle llegó a la conclusión de todo esto en la hora de Inglés, en la que no prestó mucha atención, porque como ella decía, era de letras, y las manejaba a la perfección. Los pensamientos de la chica se vieron interrumpidos por la voz de Simon, que le sacudió delicadamente el codo para avisarle el cambio de clase.
-Hey, Danielle, despierta -susurró Simon con una media sonrisa en el rostro- tenemos que irnos a la otra aula, nos toca Español.
Esto hizo palpitar más rápido el corazón de Danielle, y bajó de las nubes, el lugar en el que había estado en toda la clase anterior. De repente una dulce duda acompañada de entusiasmo alegró a la chica. ¡Toca Español! ¿Estará Hugo también en esa clase? ¿Tendrá el mismo horario que yo? Seguro que sí. Al llegar a esta conclusión, Danielle se lenvantó del asiento y corrió junto a Simon, pero posando sus ojos azules sobre Hugo, que al parecer iba en la misma dirección que ellos, seguramente estudie Español junto a Danielle y eso era lo que ella deseaba.
Pero... ¿Porqué tanto interés por Hugo? Se preguntaba Danielle.
Hace una hora que lo conozco y no lo aparto de mi mente... Joder, es mono, pero no creo que esto sea un romance típico de una novela o serie rosa...
Danielle lo estuvo pensando justo cuando cruzó la puerta de la clase de Español. Efectivamente, Hugo estaba allí sentado, en la última fila. Solo. Pensando en las musarañas, con la mano apoyada debajo de la barbilla con expresión pensativa y la mirada perdida. A Danielle le encantó, y lo que más deseaba era sentarse junto a él... pero también quería estar con ese nuevo Simon un poquito más extrovertido y mucho más guapo que antes... Porque detrás de esas gafas de pasta y esas camisetas frikis, se esconde un tío de los buenos, y más ahora. Danielle no sabía con quién sentarse, si con el nuevo chico tan misterioso o con su amigo de siempre, ahorá más mono que nunca. No podía elegir.
-Danielle Smith -Gritó la profesora de Español, en medio de toda la clase- Parece que el verano no ha curado su impuntualidad. Llega 3 minutos tarde. Habrá estado charlando con su compañero Simon Hook y se os habrá ido el santo al cielo. Pues bien, no consentiré que esteis hablando durante mi explicación, así que te sentarás junto a ese chico -Dijo señalando a Hugo- Y tú, Hook, junto a las hermanas McCurdy -Dijo señalando a dos chicas afroamericanas monísimas, gemelas.-
Danielle corrió llena de felicidad junto a Hugo. En el fondo deseaba sentarse junto al chico misterioso, tenía... mucho misterio. Y eso le gustaba a la chica, y mucho.
-Hola Hugo -Susurró Danielle, rebosante de alegría-
-Hola Danielle -Contestó el chico, mirándola con esos profundos ojos verdes- Vaya la tiparraca esta, ¿eh? No la conozco, pero ya me cae un poco mal.
-Buf, creo que me odia, pero me da igual -Dijo la chica, haciendo ademán de que estaba molesta. Pero al momento sonrió a Hugo, esperando una mueca feliz de parte de él.-
-Oye... Perdón por lo del café. -Se disculpó el chico, cabizbajo.-
-Jolines Hugo, que no pasa nada, ¿OK? El que te quedaste sin café fuiste tú, así que perdóname a mí.
-Pero al final tú tampoco bebiste nada.
-Bueno, pues es culpa de los dos, ¿contento? -Confesó la chica, sonriente, como siempre.-
-Es verdad... Y por eso quería proponerte una cosa...
¿Proponerme una cosa? ¿HUGO A MÍ? ¡IMPOSIBLE! Dios mío, qué feliz soy.
Danielle sintió un escalofrío al escucharle.
-Y... ¿Qué cosa? -Preguntó intrigada-
-Pues... Eh... Que te podría invitarte unos de estos días a un café o algo en el Starbucks, digo yo... -Hugo pronunció la propuesta muy lentamente, cada vez hablaba más bajo y sus mejillas estaban muy rojas. Sí, era muy tímido, y todavía no se creía que acababa de ser bastante extroverido con Danielle, una persona que acaba de conocer.-
La chica no dió crédito a sus oídos... Hugo y ella en el Starbucks, joder, qué pasada...
-Oh... Claro que sí, Hugo, cuando tú puedas, a mí me encantaría salir contigo... -Danielle enrrojeció como un tomate al escucharse. SALIR CON HUGO. Había sonado bastante mal. Se refería a "salir" por dar una vuelta con él, no a "salir" como pareja.-
Al parecer Hugo no pilló el doble sentido, y entendió perfectamente que ella se refería a dar una vuelta con el chico.
-Yo puedo siempre. Cuando puedas tú.
-Yo también puedo siempre. ¿Qué te parece mañana al salir de clases? -Propuso Danielle.-
-Perfecto. -Hugo le regaló a Danielle la sonrisa más bonita que ella nunca había visto. Esos dientes tan blancos y alineados que el chico tenía, esos hollitos que se le formaban en las mejillas, y ese ligero rubor que sentía este.-
Y así los dos pasaron toda la clase imaginando el día de mañana. Hugo y Danielle juntos entrando en el Starbucks, sentados tomando café. Una tarde perfecta.
Tengo ganas de que sea mañana, tengo ganas de pasar un buen rato con esta chica. Es más, me gustaría irme ya con ella, ahora mismo, y no tener que esperar tantas horas.
Pensó Hugo.
Agh, mierda... ¿Porqué no le habré dicho que quedásemos hoy a la salida? Esta noche no podré dormir de la emoción... ¡El chico misterioso y yo! No me lo creo...
Pensó Danielle.
Y como los dos eran tan orgullosos y algo tímidos, no propusieron quedar hoy. Tendrían que esperar 24 horas. Una eternidad, vamos.


Escrito por: Macarena